viernes, 9 de marzo de 2012

Nostalgia del camino


México, enero de 1937.
Refranero:
“Sólo tomo la pluma para saludarte”, me dices en tu atenta, y es el caso que arrebiatas como recua por vereda tres o cuatro asuntos más: Te quejas del fastidio de la casa, y es que extrañas el camino; pero convéncete, hombre; el palo ya no está para cucharas. Te sucede lo mismo que a los postillones de nuestras diligencias, al ser metidos los ferrocarriles, allá cuando los perros se amarraban con tasajo y no se lo comían… ¿Te acuerdas del viejo Chente? Siempre nos hablaba de las conductas, de sus remudas alazanas, de los plateados asaltantes y de otros chismes de su tiempo.
Pues lo mismo sucede ahora a los arrieros viejos, de aquellos rumbos en que ya se están construyendo carreteras; se van quedando en casa, como tú dices, sólo a echar gallinas. Es natural; el flete resulta más barato. La recua ya no sirve más que para acarrear agua de la noria y para ir por leña al monte.
Agregas que quien no quiera llorar, que no se acuerde, y es el caso que tú no haces más que acordarte de aquellos caminos que en alguna ocasión recorrimos juntos, creyendo que eran muy largos, cuando que dentro de poco podrán recorrerse en unas horas.
Leyendo tu carta, me sucedió lo que tú crees que sucede a los moribundos: que salen en espíritu a recoger sus pasos…
Fragmento de “Arrieros”. Gregorio López y Fuentes (1944).

10 comentarios:

  1. Muy bueno. Me recordó al pueblito donde se crió mi mamá, en Guerrero. Ella iba a dejarle el almuerzo a su papá, quien estaba arando la tierra. Una vez le dijo que estuviera al pendiente de las vacas, que no se salieran del corral y ella, como niñita que era, amarró su suetercito entre las trancas... las vacas se salieron y a mi abuelo no le quedó más remedio que ir por ellas. Adoraba a su hija y en vez de regañarla, solamente le dio un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Mayra: Gracias por participar en "Arrieros de México". Hermoso pasaje el de tu mamá llevándole el almuerzo a su papá y "cuidando" las vacas; son cosas muy bonitas de la vida campirana, de la que yo también tengo nostalgia, porque me crié en Temastián (Norte de Jalisco), donde aprendí a cargar burros y arar la tierra. Te mando un gran abrazo y mis mejores deseos de éxito.

      Eliminar
  2. Vaya fragmento Javier, lo he leído y he tenido que tirar de diccionario, lo confieso, aunque me ha encantado encontrarme con un castellano "viejo" o con un español poco usado, aunque tan hermoso como "remudas alazanas"...que será algo así como los animales de relevo de color alazán ¿no?
    Un abrazo de arriero manchego a otro mexicano...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, mi estimado Gustavo. Me encantó tu comentario. Ocurre que a los mismos mexicanos se nos olvidan con frecuencia viejas palabras como "remudas", que en efecto son cambios o relevos de animales en viajes largos.
      Va el abrazo al arriero manchego. A fin de cuentas "arrieros somos y en el camino andamos".

      Eliminar
  3. Hola Javier:
    Me ha encantado esta entrada tan nostálgica como todo tu blog, que encierra una gran riqueza de lenguaje, vivencias y andanzas que parecen muy lejanas pero estoy segura de que allá tras lomita se siguen tejiendo historias como la que traes a cuento.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola María Eugenia:
      Gracias por tu comentario.
      En verdad sí se siguen tejiendo historias semejantes en zonas aisladas del país. El hecho es que en áreas indígenas aún existen los "tamemes" encontrados por los europeos en tiempos de la Conquista.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Hola Javier:
    Que interesante texto, este de Gregorio López. Tengo entendido que fue premio nacional de literatura, por allá en mil novecientos treinta y pico, no lo recuerdo ahora, así como no tengo claro su género literario, ¿En que género se puede enmarcar este estilo? ¿Costumbrismo? ¿Es una novela costumbrista?.
    CARLOS PRIETO SERRANO
    caprise@gmail.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Carlos:
      Gracias por tu comentario. En efecto, Gregorio López y Fuentes, periodista y novelista veracruzano, fue reconocido con el Premio Nacional de Literatura en los años 30 del siglo pasado. Su obra refleja una visión realista, pero humorística de México. Entre sus novelas, a mí me interesó especialmente "Arrieros", porque aporta una gran cantidad de refranes en los cuales los arrieros eran verdaderos maestros. En próximas entradas de este blog encontrarás nuevos fragmentos de la obra de don Gregorio, que sin duda te interesarán. Saludos afectuosos.

      Eliminar
    2. Gregorio López y Fuentes gran escritor Veracruzano, tengo la mayoría de sus libros y he disfrutado mucho de los pasajes que pinta en su narrativa.... Saludos!!!🙂

      Eliminar